miércoles, noviembre 05, 2014

Enfermedad

Hace 5 meses que mi hermana decidió tomarse unas vacaciones. Debo admitir con dolor en mi alma cuanto es que la extraño y lo mucho que me cuesta aceptar todavía que ella hoy está como está... Es que todos los días despierto y pienso en llamarla y que ella responda, todos los días me acuerdo de su voz y de su risa, de su forma de ser, de su cuerpito pequeño de apenas 1,50 y me atormenta la tristeza de saber que ya no la voy a tener más en esta vida, que ella ya vivió lo que debía vivir y si no ocurre hoy un milagro la situación ya está sentenciada. La extraño tanto y la lloro todos los días en silencio. Quisiera abrazarla fuerte, y gritarle cuanto me gustaba como se vestía, y como me hacía reir cuando estaba de buen humor, que me encantaba hablar con ella de cosas extrañas, desde familia hasta cosas paranormales, que nunca más me olvido que me dijo un día cuánto le daba miedo y curiosidad el cielo y el espacio. Que me admiraba, así como yo también a ella. Su alma es guerrera, y creo que es un alma joven, debe arrastrar muchos aprendizajes dolorosos y costará mucho aprender de ellos, y entiendo y acepto su verdad, pero carajo como cuesta estar así, como cuesta intentar pensar distinto y que aún así siga doliendo, mi vida es todo no es sólo una parte, y yo la amo.

Por siempre serás mi hermana.