jueves, mayo 14, 2020

No, gracias

Cuando era chiquita solía justificar el daño que los demás me hacían con palabras que lo minimizaban, desarrollé como mecanismo de autodefensa el hacer del otro alguien más bonito y bueno, siendo que la que la pasaba mal, lastimosamente era yo... Hoy en día (25 pirulos) no me siento ni un poco cómoda en ese mismo asiento... No busco conformar, ni agradar... busco que ese confort sea para mi y mi familia, primero que nada YO.
Viví años esperando actitudes que jamás llegaron (maldita tendencia a esperar) y aveces siento que esa espera no valió nada. En mi se hizo un hueco, un hueco que no puedo llenar y tampoco debo llenarlo, pero sí sanarlo. Soy feliz con mi vida, y aprendí a no tengo que buscarme razones para estar más mal, si no siento algo bien o correcto eso no lo hago más, ahí no estoy más.
Donde sentía antes esa sensación de felicidad y calma hoy hay espinas, agujas y puntas peligrosas, por ese lugar no camino más, nunca más.