Me perdí, creo que andaba pensando. Me encontré, por algún lado dudando. Si es por mí, si la vivo cagando, si me voy al vestuario, o si le tiro un caño a esta soledad que pone la gamba fuerte y me puede quebrar. No me vi, me tomé por sorpresa. Arranqué y bajé la cabeza. Manejaba un triciclo prestado, me la puse contra una pared. Y ahora tengo un pedal en la mano, el manubrio quebrado, me lastimé.
Corazón, es tan fácil quererte, con o sin razón, no me animo a perderte.
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