Toda mi vida desee saber que era lo que pensaban las personas, siempre pero siempre me lo imagine, de verdad. Y ahora que sé un par de cosas más, pienso que ese deseo sería demasiado cruel. Sería demasiado cruel enterarme de que cuando una amiga me ve hablando con otra piense que soy una hipócrita, sería horrible ver que un amigo piense que yo lo uso a mi conveniencia, y me la super bajaría enterarme de que esas cosas que quizás yo alguna vez pregunté, como si a un amigo le gustaba algo, o como si le parecía bueno algo que yo estuviese haciendo, que las respuestas reales a eso sean duras e insensibles, porque me lo dijo solo para 'hacerme bien'. Después de todo, las mentiras que se llaman "piadosas", te ayudan cuando estás mal, después de todo, ese abrazo, aunque sea el más frío, te dio mucho mas calor que otros, después de todo esa caricia que diste, aunque no la hayas sentido mucho, al otro lo hizo un poco más feliz. Y así tenemos al mundo hoy...
Siempre me creí ser una buena persona, una mina que merece mínimamente un 7 por todo lo que hizo por los demás, pero ahora dudo ser así. Y no lo pensé nunca por ser egocéntrica, o por creerme un genio, simplemente por razonamiento, siempre fui buena piba, siempre fui con la verdad, con la razón y con el corazón ante cada cosa que me pasó, y capaz en este siglo ser así no te conviene, capaz tendrías que camuflarte en un personaje de novela, actuar, no pensar, tener un guión para hablar con tu novio, y tener una mano en la espalda cada vez que ves a algún amigo, porque la mayoría de los pendejos de mi edad se la pasan fingiendo y se creen de una manera exacerbada que son el ombligo de un mundo, que es mas complejo y extraño que la mierda misma. Y ahí yo no entro. Pero creo que aveces debería incluirme y no preocuparme tanto por mis amigos, si después de todo ellos mismos piensan que yo pertenezco al otro montón. Pero después de todo... los quiero así como son, y mis manos se van a seguir quemando.
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