Lo que me pasa, lo que siento, lo que tengo adentro. Ya lo saqué, lo expuse, lo presenté, lo titulé, lo resalté, le hice garabatos alrededor, lo escribí en grande... No tengo idea de que más puta hacer. Saber la realidad y el resultado e incluso aún seguir dándole maña a la misma cosa, no tiene más sentido que todo lo que él me produce. Hacer algo que nunca hice, y que me duele en el corazón, no tiene otra respuesta. Si sale mal, sale mal, no soy un Dios o algo similar, no puedo exigir, no puedo pretender, no puedo obligar.
Puede que resulte más fácil aceptar la derrota definitiva que vivir con la duda del saber que hubiese pasado si volvíamos a intentar. Darlo como por un duelo final, y sin premio consuelo.
Como puede que resulte perfecto (me cago de risa de mi desfachatez), puede que resulte tanto como esperaba, y que sea la princesa del castillo con su correspondido príncipe perfecto.
Dadas cualquiera de las dos circunstancias, el proceso es lo más complicado. Verlo, besarlo, abrazarlo, sentirlo, tocarlo, acariciarlo, hablar, oler, escuchar, mirar... lo que me enamoró hace 1 año, hoy me sigue enamorando de la misma forma, y no entiendo cómo puedo tener un corazón tan inocente. No tengo la certeza de absolutamente nada. Toda mi vida odie la duda y la espera de algo tan deseado. Y esta no será la excepción, pero si el resultado llega a ser como gusto, todo va a haber valido realmente la pena.
Me molesta ser tan ingenua, creer y creer y en base a eso construir una pirámide con ladrillos que tienen de solidez lo que una gelatina recién echa.
Me va a cabeeeeeeeeeeeeeerrrrrrrrrrrr
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