viernes, septiembre 07, 2012

Un infierno el paraíso

Jamas en mi vida pensé que a esta altura del año estaría como estoy ahora. No me lo imaginaba ni en un millón de casos, estar ahí. No quiero estar así, no quiero verme así, no quiero sentirme así, me deprime cada pequeña cosa, me deprime pensarlo, lo extraño. Hoy hace exactamente un mes que no lo veo. Nunca nos perdimos por tanto tiempo... 
Nunca pensé que nos íbamos a perder. 
Es extraño estar así, parece un sueño, pero el sueño fue haber tenido todo lo anterior a esto. Pero si todo el mundo dice que el amor es así, que la gente te decepciona todos los días, que me acostumbre, que ya va a pasar, que es cuestión de tiempo... Cosas que hasta yo misma digo. Si el amor es así, realmente no quiero más pasarlo, y entonces no quiero estar más con nadie. Quiero estar sola, y no enamorarme más, no entregar más nada y quedarme reservada a besos sin vida, y a sexo sin compromisos, por más que eso me parezca un asco, voy a reservarme a vivir la vida como la viven todos. Estoy totalmente segura de que nunca voy a experimentar la cantidad de emociones que experimenté con él, a no ser que me hechicen. Nunca me sentí tan conforme con alguien, nunca me sentí así de protegida, nunca me sentí así de amada y me hacía ser más feliz que nadie, me hacía ver las estrellas todos los días, pero era todo una terrible ilusión que mi mente creó por sus actos, y no puedo, realmente no puedo no tenerlo. Me duele como si me estuvieran sacando las piernas de a una, me cuesta salir adelante y permanecer así durante más de tres días seguidos. Podrían prenderme fuego, clavarme quince estacas en el cuerpo, podrían matarme de la forma más sanguinaria, pero sigo apostando que este es el método de tortura más cruel que existe en el universo, aunque no caiga una gota de sangre. Sé que le duele, dentro del fondo de su corazón, sé que algo siente, algo tiene que extrañar... O capaz solamente sé, que pensar eso hace que la herida duela un poco menos. No pienso en las cosas malas, pienso en las cosas buenas, y por eso hoy estoy así. Porque era una vida que siempre quise, aunque hubiese estado llena de peleas, discusiones, celos y engaños, era lo que yo quería; eras vos. Nunca quise contar esta historia sola, siempre anhelé que la contemos juntos, a nuestros viejos, a nuestros hijos, a nuestros nietos, pero siempre juntos. No quiero que sólo sea un recuerdo lindo de mi adolescencia. No lo quiero y no lo voy a aceptar. Dolió, duele y va a seguir doliendo. Te extraño.

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